Todos se divertían en la sala de la casa, esa sala inmensa que hacía que todos nos sintamos pequeños, era aun temprano, la noche no llegaba a su mayor esplendor, buena música, buena gente, buena vibra, mucho alcohol, pero no me sentía cómoda; así que salí, fui al patio trasero y contemplé el hermoso paisaje, gracias a la privilegiada ubicación de la casa.
Ya no oía nada, sólo los veía a todos moverse, reír y beber, yo afuera sola, con un cigarro en mi mano izquierda y observándome en el reflejo de el agua de la piscina. De pronto algo jalo mi vista hacia el interior de la casa, yo casi me opuse a voltear, cuando lo vi. No lo esperaba, no sabía que iría, no quería verlo? no lo sé, estaba sorprendida, me quedé pasmada.
El viró un poco la mirada y me vio afuera, pero de pronto desapareció de mi horizonte, volví a mirar mi reflejo en el agua, con el cigarro ya consumido y con una larga ceniza que se aguantaba por caer, de pronto sentí una mano caliente en mi hombro derecho.
-Qué haces?- me dijo
Voltee, lo miré y... estaba más bello que nunca, sus ojos resplandecían, su boca húmeda como lista para ser besada, su pelo, su expresión, su ropa, su cabello...
-Nada, salí un momento a ver la noche- respondí
Sonrió con esa sonrisa que podría enloquecer a cualquiera y bromeo con empujarme a la piscina, lo hizo repetidas veces, y en una de ellas lo llevé conmigo y caímos al agua, alguien dentro se dio cuenta y lo ignoró seguidamente. Me llené de felicidad, no dejaba de reír y buscarlo por el agua. No lo veía, mi sonrisa comenzó a tensarse, mis dientes empezaron a castañear. Sentí en mis manos una cadena, tiré de ella y comenzó a vaciarse toda el agua.
Me di cuenta de que estaba sola y desmoronada, la gente se reía y observaba a través de la gran ventana...